En estos días nadie se olvida en su lista de la compra de las uvas, y aunque en este caso no sean para hacer vino, nos ha parecido interesante hablar un poco de cuáles son las uvas que comemos todos con las campanadas de Nochevieja.

Una de las Uvas de Mesa  más conocida es la Uva del Valle de Vinalopó, una comarca situada al sur de la provincia de Alicante, entre el mar y la sierra. Son uvas de mesa con Denominación de Origen, y de allí provienen la mayoría de las que comeremos todos con las campanadas. Una de las características de esta Denominación de Origen es que la uva se ‘embolsa’, es decir, que  a cada racimo de uva se le coloca alrededor una bolsa de papel especial para protegerla. El origen de esta técnica lo encontramos a principios del siglo XX, cuando los agricultores de la zona decidieron proteger las uvas de los insectos y de las inclemencias meteorológicas.

Según nos  explican desde el Consejo Regulador de la Uva Embolsada de Vinalopó, embolsan los racimos al comienzo de su maduración, en junio- julio. En ese momento se seleccionan los mejores racimos de uva y se cubre cada uno de ellos con una bolsa de papel que se cierra por el pedúnculo, quedando abierta por su parte inferior. Entre junio y julio se colocan en el Valle de Vinalopó alrededor de 250 millones de bolsas.

La bolsa protege a los granos de los insectos y de las inclemencias meteorológicas, con lo que estos desarrollan una piel mucho más fina al no tener que defenderse de las agresiones de insectos, de la lluvia, o del viento. Las bolsas también evitan la luz directa sobre las bayas, lo que uniformiza el color de las mismas.

En Vinalopó se cultivan dos variedades de uva: Ideal, de racimo grande, color amarillo y cierto sabor a moscatel; y Aledo, más tardía, de grano blanco pálido y con un sabor dulce neutro. Esta última, la Aledo, es la que tomamos en Nochevieja, y permanece embolsada más de cuatro meses.

Esta tradición de comernos las uvas tiene algo más de un siglo. Hay varias versiones, pero la que se puede documentar es que ya  a finales del siglo XIX había familias acomodadas que tenían la tradición de tomar las uvas y brindar con champagne por el nuevo año. Lo de tomarlas en la Puerta del Sol de Madrid comenzó como una burla hacia la costumbre de las clases altas, pero terminó extendiéndose a todas las clases sociales. La costumbre se asentó en 1909, cuando por los excedentes de cosecha, los viticultores de la zona de Alicante promocionaron esta tradición, que se sigue en España y en otros países.

Vosotros, ¿cómo os tomáis las uvas? ¿las peláis? ¿les quitáis las pepitas? ¿empezáis en los cuartos?

Y si en vuestro país no se toman las uvas, ¿cumplís con alguna otra tradición?

Os comáis o no las doce uvas, todo el equipo de Vinopedia.tv os desea un muy feliz 2012.

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