En poco más de dos meses las viñas sufren un cambio radical. Se sustituyen los colores marrones y ocres del invierno por el verde de las cepas recién brotadas. Durante los días más calurosos de los meses de abril y mayo las cepas han llegado a crecer hasta cinco centímetros por día.

Cuando termina el invierno y las temperaturas empiezan a subir, las viñas empiezan a despertar de su letargo invernal y arrancan su ciclo vegetativo. La savia empieza a correr por los vasos y, a través de los cortes que se han realizado durante la poda, empieza a salir un líquido […]